miércoles, 4 de junio de 2014

LA NIÑA DEL EXORCISTA

No me importa, la carga de trabajo, la presión, los medios con los que cuento, el exceso de horas,  LO ÚNICO QUE QUIERO ES QUE NO ME FALTEN EL RESPETO, QUE ME TRATEN CON DIGNIDAD“.

Esto es lo que expresaba, casi ya sin ánimo, sin motivación, una directora de una oficina de nuestra red.

Y es que hay algunos directivos en nuestra territorial que lejos de conseguir que los directores y subdirectores de sus oficinas sumen, consiguen todo lo contrario, a base de broncas, voces, amenazas… y poseen la habilidad de desmotivar, desincentivar y desanimar a la plantilla. En definitiva consiguen, que sumen menos, o que incluso resten.

En especial destaca, y no por sus logros, una directiva que es famosa por sus broncas telefónicas, y a la que se le escuchan las voces y los golpes en la mesa desde fuera del despacho del director de turno, y eso que suelen ser por teléfono. La imagen parece más bien de una película de terror.

Después solo hay que ver la cara de este compañero cuando sale del despacho, hundido y humillado, cuestionándose que es lo que ha hecho para merecer esto, si no hace más que preocuparse por los objetivos, regalar muchas horas, e intentar por todos los medios posibles, y a veces imposibles lograrlos, mientras piensa, que aporta o en que le ayuda, esa persona que tanto le presiona.

¿Esto es gestión de personal? Desde luego no es la que se enseña en los cursos. Así no se ayuda a la consecución de los elevados objetivos que la entidad se ha propuesto, para que una persona trabaje eficientemente, necesita un descanso apropiado, un entorno no hostil al menos de puertas adentro, ya que bastante tienen con gestionar a los muchos clientes hostiles que se presentan todos los días.

¿Cuántos jefes de zona o división han negociado con un cliente el tipo de interés de un depósito, de un préstamo, la reclamación por el cobro de comisiones, o el suelo de la hipoteca? Pues en una sucursal eso es el pan nuestro de cada día, y encima después de lidiar, le intentan vender un piso caro, o una tarjeta con comisión.

¿Por qué la empresa permite el incumplimiento de su propio código de conducta?  El punto 3.2.2: “El grupo BMN apuesta por el desarrollo de la actividad laboral en un entorno de corrección y respeto mutuo, en el que no se permite la intimidación, humillación, violencia o acoso en cualquiera de sus manifestaciones.”

Compañeros, cuando os ocurra de nuevo acordaos del final del corto LOBOS*. Mejor un “NO TE LO VOY A PERMITIR” que soportar un trato humillante, además como bien sabéis y como muchos expresáis y casi deseáis, solo os pueden destituir.


* Buscar en Google “Youtube LOBOS. CORTOMETRAJE”

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