jueves, 9 de octubre de 2014

UGT ve un déficit de personal de 14.600 personas en banca

El sector financiero ha perdido unos 63.500 empleados durante la crisis hasta descender al entorno de los 210.000 trabajadores a mediados de este año. Un ajuste laboral de casi una cuarta parte del personal que se dedicaba a esta actividad originalmente que ha obligado a tres de cada cuatro miembros de las plantillas actuales a prolongar su jornada laboral por encima de lo fijado en el convenio para asumir la carga de trabajo extra.
Así lo revela una encuesta realizada por la federación de servicios de UGT en el primer semestre del año, presentada ayer, que analiza las respuestas de 9.500 empleados de 28 entidades, entre bancos , cajas de ahorros y cajas rurales.
De ellos, el 77,67% afirmó trabajar más horas de las que establecen su convenio sectorial y de empresa, arrojando una media de entre 104 y 109 horas extraordinarias, no remuneradas, al año. Una cifra que supera con mucho el tope de 80 horas extras que marca el Estatuto del Trabajador
Los empleados consultados achacan este sobreesfuerzo en un 40% al exceso de volumen de trabajo que afrontan, mientras que otro 30,45% lo atribuye a la presión de sus superiores. La sección sindical de la que es secretario general José María Villa calcula que cubrir estas horas no declaradas requeriría la creación de 25.249 puestos de trabajo.
Desde Fes-UGT exponen, sin embargo, que teniendo en cuenta solo la sobrecarga de trabajo derivada de los procesos de ajuste abordados por el sector en los últimos años, el déficit de personal que sufre la banca oscila entre los 10.200 y los 14.600 empleados.
Es decir, consideran que los recortes de la reestructuración bancaria, que Villa avanza que no ha concluido, se han excedido en casi 15.000 personas en relación con la carga de trabajo del sector.
Una situación que empeora progresivamente, aducen, y ante la que el sindicato ha motivado ya unas 190 inspecciones de trabajo. El responsable del sector financiero de UGT, Sebastián Moreno, aclaró que también se ha reunido con el director general de inspección, que le ha trasladado la dificultad de detectar estos excesos en un sector que suma 32.500 centros de trabajo en el país. La práctica, aclaran desde UGT, es generalizada en todas las entidades del país.
La encuesta también revela que un 68% de los empleados del sector afirma trabajar “sometido a un alto nivel de estrés” y que la relación con la clientela ha empeorado notablemente, registrándose incluso “numerosos casos de agresiones”, ilustran desde el sindicato.

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