martes, 7 de octubre de 2014

La banca ha despedido a 63.500 empleados desde 2008

La crisis financiera ha acabado con la idea de que trabajar en un banco supone tener un puesto seguro, con un horario atractivo y bien remunerado hasta la jubilación. Según UGT, el sector financiero ha despedido a 63.500 empleados desde el inicio de la crisis, lo que supone el 23,5% del total. También apunta que se han cerrado 12.000 oficinas, lo que ha generado una concentración de entidades financieras que “va camino de crear un auténtico oligopolio en el sector”, según José Manuel Villa, secretario general de la Federación de Servicios de UGT.
Para analizar las consecuencias de este terremoto, UGT ha realizado una encuesta en el sector que ha sido contestada por 9.476 personas. Entre las conclusiones destaca que se ha creado una gran inseguridad en las plantillas bancarias que, de forma mayoritaria (tres de cada cuatro), se ven obligados a prolongar su jornada laboral más allá de los horarios del convenio que les regula.
Este sindicato calcula que estas prolongaciones “cubren una plantilla de entre 10.200 y 14.000 trabajadores que han sido despedidos y su trabajo lo están haciendo los compañeros que se han quedado”, según Villa. Sebastián Moreno, responsable estatal del sector financiero, comentó que se han cursado unas doscientas denuncias a la Inspección de Trabajo “y casi todas han sido aceptadas. Veremos las resoluciones porque muchas de ellas están en proceso”, apuntó.
Otra conclusión es que la mayoría no ven posibilidades de realizar carreras profesionales y que se sienten menos motivados que antes de la crisis para acudir a su trabajo.
Otro de los problemas que más afecta a los empleados del sector financiero es el estrés al que están sometidos. El 68% de los encuestados afirma que sufre un alto nivel de tensión, el 29,9% de ellos por la presión de los superiores, el 22,66% por alcanzar los objetivos marcados y un 20,51% por el exceso del volumen de trabajo. Además, un 63,57% de los empleados mantiene que la actitud de los clientes ha empeorado, ya que les hacen responsables de los abusos de la banca.
“Se han registrado numerosos casos de agresiones, pero no todos del mismo nivel”, señalan desde el sindicato. Según el informe, los trabajadores reconocen mayoritariamente la importancia de los convenios colectivos sectoriales para el mantenimiento de sus derechos y se quejan de que no hay igualdad de género, de que se sienten estancados y de la incertidumbre que supone trabajar en el sector en un momento de reestructuración.
También denunciaron el “incremento de la apertura de expedientes disciplinarios” desde el estallido de la crisis, algo que para Villa “se ha vuelto algo cotidiano”.

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