ERE EN VECTOR

El día 15.09.2014 otra empresa del grupo BMN, en este caso Vector Capital, comunica a la Dirección general de empleo el ere. Una vez constituida la mesa de negociación, la empresa plantea la intención de despedir a 49 trabajadores de los 67 según el censo, con unas condiciones para las salidas de 22 días por año con un tope de 14 mensualidades. Ante tal dispendio por parte de la empresa y su generosa oferta, la representación laboral lanza su contrapropuesta de no aceptar ningún despido y en el caso de tener que negociar iríamos a medidas no extintivas y que nos parecía una broma los motivos de este ERE (por motivos organizativos, no económicos).

La mesa estuvo constituida por parte de la  empresa por el responsable de RRLL, y su asesor jurídico (KPMG) y por la parte social, 3 delegados de Baleares (UGT) y el resto por representantes ad hoc ( representante elegidos para este ERE) 2 de Murcia, 2 de Andalucía, 1 de Cataluña y 1 de Santander. Con 3 asesores, 2 de UGT y 1 del SESFI.

Conseguimos reducir las salidas a 22, de 49 de partida y siempre utilizando las medidas voluntarias, y sólo en el caso de que no se cubrieran entraría en juego la cláusula de cierre. Se paliaron también las salidas con 13 trabajadores subrogados a otra empresa,  pero por el art. 44 del Estatuto de los trabajadores, en las mismas condiciones. De igual modo se utilizara la movilidad entre dos centros que cierran Lérida y Santander, permitiéndoles trasladarse a otros centros para no perder el puesto de trabajo y en caso de no desearlo tendrían la opción de salir en las condiciones de las bajas voluntarias incentivadas.

Es decir, que utilizando la movilidad geográfica y la subrogación de empresa, evitamos medidas extintivas, y a través de las bajas voluntarias incentivadas se permite que el que quiera pueda salir en las mismas condiciones que el ERE de la empresa madre, es decir, el Banco, y siempre voluntariamente.

De nuevo el desprecio hacia los trabajadores es evidente, trabajadores que  han hecho grande la empresa y que han dejado su vida y salud por ella, y se comprueba una vez mas la poca consideración a la que somos sometidos por parte de aquellos que nos dirigen. Volvemos a ser números en manos de una clase poco diligente que nos hace pagar sus errores con nuestros puestos de trabajo.