martes, 10 de mayo de 2016

Estrés laboral, ¿amenaza invisible?


La OIT (Organización Internacional del Trabajo) asegura que antes de la crisis había en el mundo más de 40 millones de personas afectadas de modo grave por el estrés en el trabajo. La misma organización dice que hoy son muchos más. Las prisas, las metas, los clientes, los pagos...agobian en cada profesión de manera distinta. Y ahora se añade la incertidumbre laboral que nos perjudica sobre todo a empresas como BMN, en la que llevamos años arrastrando ERE’s, y que a día de hoy no sabemos cual va ser nuestro futuro laboral. La OIT asegura que estas enfermedades matan más que los accidentes, aunque son menos visibles. Recuerda a las empresas que el estrés se puede medir igual que el ruido. Mantenerlo a raya -asegura la organización- es cuestión de voluntad.

La mayoría de las personas han experimentado estrés en el trabajo en algún momento de su vida. Sin embargo, cuando los problemas persisten, el estrés puede cronificarse, comprometiendo seriamente el bienestar físico y emocional de la persona que lo sufre.
A corto plazo, la vivencia de este tipo de circunstancias puede provocar malestar tanto físico como psicológico en el trabajador (dolor de cabeza, dolor de estómago, trastornos del sueño, irritabilidad, falta de concentración, etc.), pero cuando estas situaciones se prolongan en el tiempo, suelen acarrear consecuencias más graves para la salud, como ansiedad, depresión, insomnio, obesidad, aumento de la presión arterial y aparición de enfermedades cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico, etc.
Os queremos hacer estas recomendaciones para podernos enfrentar al estrés laboral:
Identifique sus estresores: haga un registro diario sobre las situaciones estresantes que se han dado y cómo ha respondido usted a ellas.
Desarrolle respuestas saludables: realizar ejercicio, leer, pasear, ir a un concierto, etc.), dormir las horas suficientes.
Establezca límites: no consultar el correo electrónico de la empresa desde casa a partir de cierta hora, o evitando contestar al teléfono por asuntos de trabajo durante la cena.
Tómese un tiempo para “recargarse”: tomando pequeños recesos para descansar de acuerdo con sus necesidades y preferencias. Si dispone de vacaciones o días libres, no deje que se pierdan.
Aprenda a relajarse: Técnicas como la meditación, el mindfulness o los ejercicios de respiración profunda, pueden ayudar a combatir el estrés.
UGT BMN, ha demandado un mayor compromiso,  “para no relajarnos en el control y la gestión de la prevención, con el fin de luchar contra esta lacra que es el estrés laboral y por consiguiente una mayor siniestralidad debida a las muchas presiones que nos causa la incertidumbre laboral”.

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