Se
está instaurando en algunas zonas y territoriales de BMN un “todo vale” para
conseguir el objetivo.
Ese
“todo vale” incluye saltarse a la torera la normativa que rige en la entidad y
por la cual se nos controla si desarrollamos, o no, nuestro trabajo diario
dentro de la reglamentación establecida.
Lo
peor de esto no es que se cometan estas infracciones por voluntad propia, que
salvo algún caso no es así, sino que viene impuesto por el superior o
superiores jerárquicos de turno con el argumento de que es indispensable para
salvar la entidad.
Probablemente,
sí será indispensable, pero para salvar al superior. Y es bastante discutible,
en muchos casos, que eso suponga un bien para la entidad.
El
superior consigue cumplir su objetivo, se cuelga las medallas, pero la
responsabilidad de posibles infracciones que le hayan allanado el camino recae
sobre el subordinado de turno que se ha visto obligado a cometerlas.
FANTASTICO, para el jefe y para nadie más.
Compañeros
de la red y de servicios centrales a los que os afecten estas situaciones:
Paraos
a pensar qué os estáis viendo obligados a hacer para conseguir cumplir con los
objetivos. Si algo de ello puede poner en juego la seguridad de vuestro puesto
de trabajo. Y, sobre todo, que toda vuestra actuación se ajuste a la normativa
de la entidad y a las instrucciones recibidas por escrito. Que todo el que
cobra por ello ejerza su responsabilidad y esté dispuesto a asumirla.
En
BMN existe un Manual de Riesgos, y un Código Ético, ambos aprobados por el
Consejo de Administración, que están para cumplirlos.
Recuerda
también que no estás solo. Que existe un canal de denuncias a través de
Inostrum donde exponer estas situaciones tal y como se indica, y se obliga, en
la normativa. Además de contar, en todo caso, con el apoyo y el asesoramiento
de la sección sindical de UGT.
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