El precio pagado, por el conjunto de los ciudadanos, para obtener estos resultados ha sido muy alto, pues el ajuste ha recaído muy especialmente sobre los trabajadores y trabajadoras del sector financiero, especialmente en BMN.
Pero
además hemos pagado con 63.500 puestos de trabajo menos desde que
estalló la crisis, dando la cara ante los clientes y sufriendo los
enojos de éstos, soportando la presión ante el incremento de volúmenes de
trabajo, así como tratando de alcanzar unos objetivos cada vez más difíciles
por el entorno.
Mientras baja
el estrés para
las Entidades, no
es así para
los trabajadores/as de BMN. En
la encuesta realizada por FeS-UGT en el primer semestre del 2014,
que ampliamente ha sido difundida por la prensa,
el 68% de los encuestados afirma estar sometido a un alto nivel de estrés,
incluyendo por supuesto los empleados/as de BMN.
La
realidad de los datos confirma la percepción que ya teníamos desde UGT BMN, es
elevado el número de trabajadores/as que, día a día, van acumulando una dosis
de tensión que acaba influyendo en su salud y en el desarrollo de su vida
personal y laboral.
Paralelamente
a esto, habría que destacar que en las evaluaciones de riesgos psicosociales,
que deberían realizarse de forma obligatoria en todas las Entidades, o no se
hacen en algunas de ellas, o se hacen deficientemente en otras muchas. Entre
las causas que más influyen en el incremento de dicha tensión, un 29,92% afirma
que es la presión de los superiores, un 22,66% los objetivos
marcados, un 20,51% el exceso de volumen de trabajo.
Se observa claramente que esta situación que
está atravesando el Sector, agravada por las diferentes reformas laborales, es
la que afecta de forma determinante a la salud de los trabajadores/as.
No hay comentarios:
Publicar un comentario