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Muchos han dado por cerrado el proceso de reestructuración de la banca española con la adjudicación de Catalunya Banc a BBVA a finales de julio. Sin embargo, la mayoría de los bancos han continuado a lo largo de este año con una reducción de sus plantillas en casi 5.000 empleos, un 3,43% menos respecto al cierre de 2013, a los que en los próximos trimestres se sumarán los que ajuste el grupo presidido por Francisco González (FG) con la integración de la entidad catalana nacionalizada. Hasta el momento, el BBVA sólo se ve superado por el ajuste de plantillas, y sucursales, por el Santander, a causa de la integración de Banesto y Banif.
La excepción es Bankinter que, mediante la captación de banqueros para banca personal, amplía su plantilla en un testimonial 1,24%. Un total de 142.413 trabajadores estaban empleados en alguno de los siete grandes bancos españoles resultantes de la reestructuración de todo el sector y que son los que cotizan en el Ibex 35. Al cierre de la primera mitad de 2014, ese número de empleados se ha reducido a 137.516 puestos de trabajo, lo que supone una disminución de 4.897 empleos, un 3,42% menos.
Esta evolución en lo que va de año, según los datos de cada una de las entidades al cierre del primer semestre, se suma a un drástico ajuste de las plantillas de la banca española, que se eleva hasta cerca del 30% desde el estallido de la crisis financiera y económica.
Un buen número de directivos de la banca española han dado por acabado el proceso de reestructuración del sector con la reciente adjudicación de Catalunya Banc a BBVA. El grupo presidido por Francisco González (FG) no ha cuantificado aún en cuánto tendrá que reducir la plantilla con la integración de la entidad adjudicada, pero la lógica se impone: habrá recortes adicionales de empleo, sobre todo en los servicios centrales del banco adquirido y en la red resultante en Cataluña, que duplica su cuota de mercado pero que también generará múltiples duplicidades.
Por el momento, el Banco Santander es el que mayor ajuste ha aplicado a su plantilla en España, con una reducción 1.941 empleos desde primeros de año, lo que supone una disminución del 7,08%. Esta significativa disminución se justifica por la integración de Banesto, y Banif en menor medida, lo que también ha conllevado el cierre de 458 sucursales, un 11,26% menos al cierre de junio respecto a las que el grupo presidido por Emilio Botín tenía a finales de 2013 en el territorio español.
No obstante, el BBVA se sitúa tanto en términos absolutos como relativos en la segunda posición en el ajuste de plantilla. El grupo ha suprimido en España un total de 1.249 puestos de trabajo, lo que supone un 3,98%, algo por encima de la media de los siete principales bancos del país. En cambio, su reducción de oficinas parece más moderado, un 2,87% menos (93 sucursales cerradas), en la primera mitad del año.
Bankia y Banco Popular también se sitúan en la media de los siete grandes en la reducción de sus plantillas. El grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri ha disminuido 514 puestos de trabajo en el primer semestre, lo que supone una disminución del 3,33% respecto a la plantilla con la que contaba al cierre de 2013. Por su parte, el grupo presidido por Ángel Ron ha prescindido de 491 trabajadores en los seis primeros meses del año, aunque en términos porcentuales (3,46%) haya superado a la nacionalizada Bankia.
Digestiones pesadas
Banco Popular es una de las siete grandes entidades que más han reducido su red de oficinas en el primer semestre del año. En concreto, ha prescindido de 91 sucursales, lo que supone un 4,44% menos respecto a las 2.045 con las que contaba al cierre de 2013. En términos absolutos, sin embargo, el BBVA supera al Popular al haber cerrado 93 oficinas, un 2,87% menos que a primeros de año.
Por su parte, el Banco Sabadell afronta su compleja digestión de las últimas integraciones (desde el segundo trimestre de 2013 las de BMN-Penedés y Lloyds España, tras el atracón de la CAM a mediados de 2012). El grupo presidido por José Oliu ha disminuido su plantilla en 379 trabajadores en los seis primeros meses del año, lo que supone una disminución del 2,09%. Tras la integración de Banco Gallego, la plantilla se sitúa en 17.698 trabajadores, frente a los 18.077 que sumaba al cierre de 2013. En cambio, el Sabadell sólo ha prescindido de 82 oficinas, un 3,39% menos respecto a las que contaba cuando arrancó el actual ejercicio.
Caixabank, también tras varias integraciones, mantiene una senda moderada en la reducción de plantilla y red de sucursales. El grupo de Isidro Fainé cuenta hasta junio con 374 empleados menos con los que comenzó el ejercicio (un 1,17%) y 35 oficinas menos, tan sólo un 0,61% respecto a las 5.730 con las que contaba a primeros de año. Pese a todo, Caixabank se mantiene como el primer grupo bancario español con mayor número de sucursales (5.695).
Ese liderazgo parece muy relativo en la actualidad, cuando desde el sector se aboga por una reducción mayor aún de las redes instaladas. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, es una de las abanderadas de esa paulatina reducción de oficinas bancarias en España. Sin embargo, Bankinter es la excepción en todo este proceso. Su plantilla se ha incrementado en un testimonial 1,24%, lo que supone 51 empleados más al cierre de junio respecto al cierre de 2013.
Eso sí, ese incremento se deriva principalmente de casi el medio centenar de banqueros para banca privada captados en el primer trimestre del año, junto a la veintena de empleados incorporados por Mercavalor en ese mismo periodo y los trabajadores reclutados para su filial en Luxemburgo.
Bankinter y Bankia son las dos entidades que no han reducido su red en lo que va de año. El primero ha reajustado las oficinas de corporativa y pymes para dar más peso a las de banca privada (con un total de 360), mientras que Bankia se ha mantenido con una red de 2.009 sucursales, las que se le habían marcado desde Bruselas a cambio de su millonario rescate.
Al margen de los siete grandes, Liberbank es el último que ha publicado sus resultados semestrales y en su informe financiero se refleja que su plantilla se ha reducido un 1% respecto al cierre de 2013, con la eliminación de 54 empleos. De esta manera, el grupo formado por Cajastur-CCM, Caja Cantabria y Caja de Badajoz cuenta al cierre de junio con 5.402 empleados.
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