Resulta cuando menos sorprendente, que en la misma reunión
de la Mesa Laboral
del 19 de febrero, en la que se da por concluida la reestructuración de
oficinas y servicios centrales recogidas en el acuerdo de 28 de mayo de 2013,
finalizando así los programas del ERE de carácter extintivo sin necesidad de
cumplir la totalidad de las bajas forzosas para alcanzar las 4189 FTES, se anuncie también el cierre de 30 nuevas
oficinas.
Ya en dicha reunión UGT manifestó enérgicamente que los Gestores de BMN se vuelven a
equivocar
con estos cierres ya que estas oficinas son nuestro negocio tradicional y se
contradice con las propias directrices del FROB de que debíamos volver a ese
negocio, e igual se manifestaba en el memorandum firmado con Bruselas para la
recapitalización de BMN. Esta decisión supone abandonar al pequeño ahorrador, y
nos preocupan estas decisiones ya que el que termina pagando estas
decisiones son los trabajadores.
No hubo entonces ni ahora justificación
alguna para la decisión del cierre de estas oficinas (la gran mayoría de ellas
en beneficios) y aunque nos digan que se cierran 12 y que el resto se
convertirán en ventanillas desplazadas con un horario reducido. Por
experiencia ya sabemos lo que eso significa, que no es otra cosa que el cierre
definitivo a corto plazo. Además a estas alturas, a una semana de comenzar
los cierres, no sabemos en que consistirá ese horario reducido.
Todo parece indicar que esta decisión
es fruto de un estudio realizado por una importante consultora, por casualidad
¿será Deloitte?, ¿porqué siempre es Deloitte?, ¿No hay otra consultora en este
bendito país? Desde luego a nosotros no nos proporciona ninguna garantía. Y a
los hechos nos remitimos. Tenemos la sensación de que estos cierres tendrán
continuidad, allá el equipo directivo de BMN, suya es la responsabilidad.
Desde UGT hemos visitado y hablado con
los compañeros afectados por estos cierres y en la gran mayoría de los casos hemos
detectado desazón y pesadumbre y se sienten desmotivados al entender que se
tira por la borda el trabajo de muchos años de esfuerzo y dedicación.
Según lo manifestado por el Sr.
Presidente de BMN en la convención de directivos “BMN proyecta sus
fortalezas: eficiencia y proximidad al cliente”. Los trabajadores ya hemos
aportado la eficiencia, y no creemos que el cierre de oficinas aporte
proximidad al cliente, sino al contrario. Produce exclusión financiera a
miles de clientes y hace el “caldo gordo” a la competencia allá donde se cierra
una oficina de BMN. Ellos se llevarán los depósitos y los buenos clientes, BMN
se quedará los morosos. Es este el “espíritu de caja que impregna el banco”,
según se pavonean algunos altos directivos en determinados eventos.
En
UGT tenemos en muchas ocasiones la sensación de que en BMN existe un “caballo
de Troya”.
El caballo de Troya fue un artilugio con forma de enorme
caballo de madera y fue usado por los griegos como una estrategia para
introducirse en la ciudad fortificada de Troya. Tomado por los troyanos como un
signo de su victoria, el caballo fue llevado dentro de los gigantescos muros,
sin saber que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos. Durante la
noche, los guerreros salieron del caballo, mataron a los centinelas y abrieron
las puertas de la ciudad para permitir la entrada del ejército griego, lo que
provocó la caída definitiva de Troya.
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