Los datos de accidentes de trabajo, en los 10 primeros meses del
año 2016, vuelven a constatar la tendencia alcista de la siniestralidad
laboral. Se produjeron más de un millón de accidentes relacionados con el
trabajo y murieron 509 personas, 184 de ellas a causa de infartos y
derrames de mortalidad laboral. Estas patologías no traumáticas se
vinculan a los riesgos psicosociales, como “el estrés”.
En la encuesta que UGT realizó sobre la situación del sector
financiero, el 68% de los encuestados afirmaron estar sometidos a un alto nivel
de estrés, causado éste por la presión por objetivos, exceso de volumen de
trabajo y prolongaciones de jornadas.
Es elevado el número de trabajadores y trabajadoras en el sector
financiero que, día a día, van acumulando dosis de tensión que acaban
influyendo en su salud y en el desarrollo de su vida personal y laboral.
En diciembre de 2016, UGT ha instado a la Inspección de Trabajo
a desarrollar una campaña para controlar los riesgos psicosociales en la
empresa. Las evaluaciones de riesgos psicosociales, que son obligatorias por
ley, no se realizan, o se hacen deficientemente, en el sector financiero. UGT
seguirá persiguiendo y denunciando estos incumplimientos.
El Sindicato exige que las enfermedades producidas por los
riesgos psicosociales sean consideradas derivadas del trabajo, y por tanto,
sean reconocidas como enfermedades profesionales. Hoy en día son consideradas
contingencias comunes; los trabajadores y trabajadoras no solo sufren por
estar enfermos, sino que también ven reducidos sus ingresos económicos debido a
esta calificación.
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