UN MOTOR AHOGADO POR SUS PESIMOS DIRIGENTES.
La presión
ejercida por la gerencia a los compañeros de SSCC, aprovechando el retorno
de estos a sus territorios de origen, no tiene nombre, están
haciendo lo que mejor, y parece que, lo único que saben, poner en riesgo
y meter miedo a los compañeros, vuelven al más arcaico e improductivo modelo
de gestión de recursos humanos, cuando en todas las empresas el
PRESENCIALISMO está aparcado en el baúl de los recuerdos, en nuestra empresa
parece que es el modelo a seguir.
Quieren
implantar a través de la presión el modelo de horas indiscriminadas de Madrid, y el de algunas Regionales de la Red
donde se exige a los compañeros que trabajen de sol a sol. Pero que no
nos engañen y no nos dejemos coaccionar, el horario laboral es el que se
establece en el Acuerdo de Homologación y ya tiene el banco suficiente experiencia con la
Inspección de Trabajo, vía sanciones, por incumplimiento del horario que tiene
obligación de observar. Nuestro futuro, no depende de horas presenciales
sino de horas efectivas y eficientes de trabajo. Sepa la gerencia del
banco que la Constitución, el Estatuto de los Trabajadores, el Convenio
Colectivo y los Acuerdos de Empresa son de obligado cumplimiento por parte de
los responsables del banco.
Ahora
quieren imponer un modelo de gestión comercial claramente ineficiente. Ya se demostró que los centros
especializados no funcionan, tenemos el ejemplo de grandes entidades que dieron
marcha atrás al ver que no eran
productivos dichos centros, ni con ellos se prestaba una mejor atención a la
clientela. En cuanto a las oficinas de grandes superficies, las que tuvimos se
cerraron por falta de rentabilidad y no generaron negocio y ahora no se les ocurre otra cosa
que volver a planteamientos que en su día fueron erróneos. No aprenden, la
Subdirección de Negocio vuelve a tropezar en la misma piedra, vuelve a
implantar pese a las experiencias pasadas, un modelo que de por si deviene
fracasado.
Y entre
error y error nos presionan para implantar la jornada partida. Una jornada partida inviable,
sin regular y una vez más nacida de las famosas prisas de la Entidad. Les debe
de parecer pocas las horas que tienen que hacer los compañeros de oficinas que
están ahogados de trabajo, sometidos a una presión comercial cada día mayor y
más insufrible, y ahora con más
jefes pidiendo informes. La jornada partida es una clara vulneración
del principio de conciliación de la vida laboral y familiar que ampara la
legislación vigente.
A ver si de
una vez la Empresa se da cuenta que no es cuestión de horas presenciales, sino,
de calidad y eficiencia en la toma de las decisiones empresariales, en
rectificar errores y enterarse de lo que pasa en la red, y transmitir a la
plantilla que hay un rumbo y no esta sensación de “pollo sin cabeza” que
como en ocasiones anteriores hemos denunciado.
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