lunes, 3 de agosto de 2015

LOBOS Y CACERÍAS

LOBOS. Todos habréis oído hablar del cortometraje "Lobos" producido con la colaboración de UGT, que describía, muchos creerán que exageradamente, lo que podría ser una reunión de empleados-directivos de banca. Reunión en la que, sin ningún pudor, se hace escarnio de los presentes, se menoscaba su dignidad... con el supuesto fin de provocar un revulsivo comercial.

Por desgracia, esas prácticas no nos son en absoluto ajenas. Día sí, día también, vemos cómo, en el afán por fustigar a los subordinados para que -supuestamente- se mejoren los números y nos acerquemos a unos objetivos fijados por quienes ya los saben inalcanzables, se llega a los mismos extremos. Reuniones de zona, de división... donde se somete a escarnio frente al resto del colectivo, a los supuestamente "torpes" del mismo. Donde se les exige planes de acción, planes B y hasta C.


De continuo nos llega noticia de algo así de la división de la Costa de Andalucía, y recientes de una de sus zonas, la de Valle-Alpujarra. Allí, el grado de presión y de escarnio llegó a tal punto que compañeros y compañeras salieron temblando, cuando no directamente llorando, por la humillación sufrida. Por el interrogatorio público, por verse abocados a tener que improvisar nuevos planes de acción que -es curioso- nunca se ven enriquecidos por esos superiores que ¡se supone! son también comerciales de un rango superior, pero a los que difícilmente veremos apoyando en visitas a clientes importantes, o simplemente... aportando alguna buena idea. No. Ellos sólo piden. Trabajo, más trabajo. Como si pedirlo fuese un formulismo con el que ellos cumplen el expediente, y que seguramente ni se leerán después de haber provocado un devanamiento de sesos. El trámite de haber fustigado a sus subordinados. Para que la cadena -o la fusta- siga...

Ese tipo de humillaciones jamás lograron los objetivos supuestamente perseguidos. Lo único que consiguieron, es bloqueos, desmotivaciones; dimisiones (que lejos de ser aceptadas, son aguantadas y silenciadas; en esa zona ya las hay); y ver a excelentes trabajadores y personas, bloqueadas y pasto de las lágrimas y de la rabia. Y probablemente, con un par de días en un estado parecido a no dar pie con bola. Pero cómo vamos a explicar esto a quienes no saben siquiera cómo han llegado a su nivel de mando, y a quienes así quizá lo que intenten ocultar es que ellos mismos son buena parte del problema, y que quitadas las lamentaciones y las humillaciones, nada serio tienen que aportar.
CACERÍAS. También nos llegaron noticias de otra reunión en la zona norte de la provincia de Granada, en la que el tema a tratar era de un reciente despido provocado por Auditoría. La causa, al parecer, el salto de la normativa en ese eterno afán por intentar mejorar los números, el trato a clientes... No sabemos si esta vez los convocantes animaron a los presentes a seguir "haciendo lo que sea" para mejorar, que no se preocuparan que si pasaba algo ahí estaban ellos para apoyar... O si directamente les dio "cosilla" esta vez y no se atrevieron. Pero un compañero que quizá lo único que pretendía era "contribuir a la mejora" ya no se tendrá que preocupar más. Quizá lo fácil es echarle a él el muerto, total, ya no puede defenderse.

Llegados a este punto, nos vemos obligados a recordaros a todos: LA NORMATIVA, A RAJATABLA. No hay número, ni orden, ni cliente que justifique dejar de trabajar. Nadie va a cubrirte ni apoyarte cuando la auditoría te pille. ¿Verdad que no, fustigantes jefes...? Y si os veis obligados a algo, que sea ordenado por escrito. Y ante cualquier duda, acudid a UGT.

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