LOBOS. Todos habréis oído hablar del cortometraje "Lobos" producido con la
colaboración de UGT, que describía, muchos creerán que exageradamente, lo que
podría ser una reunión de empleados-directivos de banca. Reunión en la que, sin
ningún pudor, se hace escarnio de los presentes, se menoscaba su dignidad... con
el supuesto fin de provocar un revulsivo comercial.
Por desgracia, esas prácticas no nos son en absoluto ajenas. Día sí, día
también, vemos cómo, en el afán por fustigar a los subordinados para que
-supuestamente- se mejoren los números y nos acerquemos a unos objetivos
fijados por quienes ya los saben inalcanzables, se llega a los mismos extremos.
Reuniones de zona, de división... donde se somete a escarnio frente al resto
del colectivo, a los supuestamente "torpes" del mismo. Donde se les
exige planes de acción, planes B y hasta C.
De continuo nos llega noticia de algo así de la división de la Costa de
Andalucía, y recientes de una de sus zonas, la de Valle-Alpujarra. Allí, el
grado de presión y de escarnio llegó a tal punto que compañeros y compañeras
salieron temblando, cuando no directamente llorando, por la humillación
sufrida. Por el interrogatorio público, por verse abocados a tener que
improvisar nuevos planes de acción que -es curioso- nunca se ven enriquecidos
por esos superiores que ¡se supone! son también comerciales de un rango
superior, pero a los que difícilmente veremos apoyando en visitas a clientes
importantes, o simplemente... aportando alguna buena idea. No. Ellos sólo
piden. Trabajo, más trabajo. Como si pedirlo fuese un formulismo con el que
ellos cumplen el expediente, y que seguramente ni se leerán después de haber
provocado un devanamiento de sesos. El trámite de haber fustigado a sus
subordinados. Para que la cadena -o la fusta- siga...
Ese tipo de humillaciones jamás lograron los objetivos
supuestamente perseguidos. Lo único que consiguieron, es bloqueos,
desmotivaciones; dimisiones (que lejos de ser aceptadas, son aguantadas y
silenciadas; en esa zona ya las hay); y ver a excelentes trabajadores y
personas, bloqueadas y pasto de las lágrimas y de la rabia. Y probablemente,
con un par de días en un estado parecido a no dar pie con bola. Pero cómo vamos
a explicar esto a quienes no saben siquiera cómo han llegado a su nivel de
mando, y a quienes así quizá lo que intenten ocultar es que ellos mismos son
buena parte del problema, y que quitadas las lamentaciones y las humillaciones,
nada serio tienen que aportar.
CACERÍAS. También nos llegaron noticias de otra reunión en la
zona norte de la provincia de Granada, en la que el tema a tratar era de un
reciente despido provocado por Auditoría. La causa, al parecer, el salto de la
normativa en ese eterno afán por intentar mejorar los números, el trato a
clientes... No sabemos si esta vez los convocantes animaron a los presentes a
seguir "haciendo lo que sea" para mejorar, que no se preocuparan que
si pasaba algo ahí estaban ellos para apoyar... O si directamente les dio
"cosilla" esta vez y no se atrevieron. Pero un compañero que quizá lo
único que pretendía era "contribuir a la mejora" ya no se tendrá que
preocupar más. Quizá lo fácil es echarle a él el muerto, total, ya no puede
defenderse.
Llegados a este punto,
nos vemos obligados a recordaros a todos: LA NORMATIVA, A RAJATABLA. No hay
número, ni orden, ni cliente que justifique dejar de trabajar. Nadie va a cubrirte
ni apoyarte cuando la auditoría te pille. ¿Verdad que no, fustigantes jefes...?
Y si os veis obligados a algo, que sea ordenado por escrito. Y ante cualquier
duda, acudid a UGT.
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