Es verdad que
el día 25 no se acaba el mundo, pero sí puede ser un fecha que no olvidemos
nunca.
Si la Patronal de las antiguas cajas no rectifica,
quiénes todavía trabajamos en ellas, recordaremos ese día como el inicio de una
decadencia en nuestra vida laboral, engendrada por la sinrazón de unos
presuntos negociadores y apadrinada por una reforma laboral que inhabilita la
negociación colectiva como instrumento de equilibrio en las relaciones
laborales.
Según la patronal de las antiguas cajas de
ahorros durante todos estos años has estado disfrutando de retribuciones,
horarios y derechos sociales por encima de tus posibilidades.
Todo eso
tiene que acabar ya.
Al parecer, tú eres el problema. Las antiguas cajas estaban
perfectamente gestionadas y han podido capear la crisis financiera. Sus
responsables no contribuyeron a inflar ninguna burbuja, no utilizaron productos
tóxicos, no engañaron a nadie para salir a bolsa, no se inventaron las black… Si
estamos así, es por toda esa legión de empleados que cobran mucho, que se
empeñan en seguir conciliando su vida familiar y laboral o que eligieron
trabajar en un sitio donde existía un atisbo de promoción profesional objetiva
que les daba cierta expectativa de futuro.
Mientras
ellos disfrutan de abultados fondos de pensiones, de suculentas indemnizaciones
recibidas a cambio de haber hundido a sus empresas o envidiables dietas por
seguir figurando en algún Consejo de Administración, a ti te toca ahora
escuchar que debes renunciar a parte de tu salario, que debes partir tu horario
y estar dispuesto a irte a trabajar donde les apetezca u olvídate de cualquier
ascenso que no cueste pasar media vida en la oficina. Todo eso a cambio de nada.
Si tenemos un
problema habría que hablarlo. Pero prefieren imponer el rodillo, aprovechar el viento a favor de un reforma
laboral que agoniza para finiquitar, por fin, unas condiciones laborales que si se van ya no volverán.
Cuesta creer
que quiénes fueron financiados y hasta rescatados por un país en serias
dificultades ventan ahora a dar lecciones y hacer pagar los platos rotos a los
inocentes.
El día 24 tienes la oportunidad de
decirles que se equivocan otra vez. Que tú haces tu trabajo con la misma honradez y entrega
de siempre, que sigues cumpliendo por encima de tus responsabilidades con tus
obligaciones, que aunque estás cansado sigues soportando su prepotencia e
incompetencia para sacar adelante esas empresas a las que dicen representar.
Si crees que te mereces un respeto,
ven a decírselo con nosotros el día 24 a las 17:30 en Murcia, Granada, Valencia,
Málaga, Sevilla y Madrid.
¡¡No
puedes faltar!!
Te
esperamos.
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