jueves, 23 de octubre de 2014

El empleo creado es estacional, temporal y precario

La Encuesta de Población Activa del tercer trimestre muestra un aumento del empleo en 151.000 personas respecto al trimestre anterior, situando la cifra total de parados en 5.427.700 personas. UGT valora este dato pero señala que las características del empleo creado, marcado por la estacionalidad, la temporalidad y la parcialidad, no está produciendo un verdadero cambio en el mercado de trabajo. Para el sindicato, casi cinco millones y medio de parados, una tasa de desempleo del 24% y un continuo descenso de la población activa prueban la fragilidad de las políticas del Gobierno, que no han logrado generar empleo de calidad y, por el contrario, están empeorando las condiciones de trabajo de la población de nuestro país. Por ello, UGT demanda un cambio de rumbo de las políticas del Gobierno para que, mediante la formación y el empleo, se impulse la contratación, se mejore la empleabilidad y la protección de las personas y se consiga encaminar de manera real la salida de la crisis.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el tercer trimestre de 2014 el empleo crece en 151.000 personas respecto del trimestre anterior (un 0,87%), y el desempleo se reduce en 195.200 (-3,47%). El número total de desempleados se sitúa en 5.427.700, y la tasa de paro baja en el trimestre 0,8 puntos hasta el 23,67%.

El mercado de trabajo español muestra señales de recuperación con un crecimiento del empleo anual del 1,59% y una tasa de empleo que se sitúa este tercer trimestre en el 57,31%. Mientras, el número de parados desciende en un año un 8,68% (-515.700 personas).

Este desfase entre la tímida creación de empleo y un descenso más pronunciado del paro se encuentra en el comportamiento de la población activa, que se reduce en 241.700 personas en un año, situando la tasa de actividad en el 59,53%. También la variación trimestral señala que el número de activos desciende en 44.200 personas.
Los datos muestran unos efectos estacionales positivos para el mercado laboral. El tercer trimestre, que refleja el grueso de la campaña estival, se caracteriza por la creación de empleo ligada al sector turístico y a las actividades terciarias, que se extiende al resto de ramas productivas. Se dan los elementos estacionales propios: aumenta la ocupación y desciende el paro estacional.
El trimestre es positivo para el conjunto de sectores, excepto el primario. Pero en un año, ha sido el sector terciario el que ha servido de motor, creando empleo a un ritmo del 1,75% (230.000 puestos), seguido de la industria (82.100 ocupados, un 3,5%). Por el contrario, se observan caídas de ocupación de la agricultura (-4,75%) y de la construcción (-0,54%).
En este trimestre baja el empleo en el sector público (un 0,13%) y aumenta en el privado (1,07%), consolidando la tendencia interanual (-0,6% en el público, +2,04% en el privado).

La reducción del paro en el trimestre se muestra en todos los grupos, con excepción de los jóvenes menores de 25 años (a pesar de la puesta en marcha de programas específicos como el Plan de Garantía Juvenil), y las personas que buscan su primer empleo; así como en todos los sectores con excepción de la agricultura. Desde el tercer trimestre de 2013, en cambio, aumenta el desempleo un 2,67% entre los mayores de 55 años y también en el sector agrícola.

Por tanto, destaca el crecimiento (2,67% anual) del número de parados con 55 y más años. 

A ellos se añaden datos de desempleo de larga duración. En 2008 poco más del 20% de las personas en desempleo llevaba más de un año buscando empleo, un porcentaje que se eleva hasta el 62% en el tercer trimestre de 2014, siendo cada vez mayor la incidencia de las personas que llevan buscando empleo más de dos años (43,2% de los desempleados).

Tanto en términos intertrimestrales como interanuales sigue en descenso la población activa y en aumento la inactividad, debido a la extensión del efecto desánimo (trabajadores que, al no encontrar un empleo, dejan de buscarlo y pasan a la inactividad laboral o emigran para intentar trabajar fuera de nuestras fronteras).

Asimismo, este trimestre refleja otro de los ingredientes característicos del periodo: el empleo creado tiene un marcado perfil temporal. El número de asalariados ha aumentado en 95.700 personas (0,67%); con una diferencia notable entre el avance del empleo temporal (un 3,57%; 122.000 personas) y el retroceso del indefinido (que cae un 0,25%, 26.700 personas menos). La temporalidad sigue constituyendo uno de los elementos estructurales del mercado laboral español: en un año, el número de asalariados con contratos temporal ha subido un 4,55%, frente a los indefinidos que sólo han avanzado un 1,25%. A pesar de los incentivos del Gobierno a las empresas para contratos indefinidos, la tasa de temporalidad sigue subiendo, hasta situarse en el 24,64% de los asalariados.

Junto a la temporalidad, el continuado auge de la parcialidad se va configurando como un elemento estructural de nuestro mercado de trabajo. Si bien el carácter de los empleos que se crean en verano influye en la necesidad de contratar a los trabajadores de los sectores de temporada a tiempo completo (y desciende la parcialidad en los terceros trimestres), en un año queda plasmado que hay 10.700 ocupados a tiempo parcial más que en igual trimestre del año anterior. La tasa de parcialidad alcanza el 15% y se mantiene el porcentaje de trabajadores a tiempo parcial involuntarios (más del 63%).

En conclusión, los datos ofrecidos esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística corroboran una mejora moderada que se viene produciendo en los últimos meses en algunos indicadores económicos y del mercado de trabajo. La temporada vacacional, fecha en la que repunta la actividad, configura un escenario propicio para la recuperación del empleo. Sin embargo, las características del empleo creado, indican que no se está produciendo un verdadero cambio en nuestro mercado de trabajo. La baja calidad del empleo, marcada por la temporalidad y la parcialidad, entre otros aspectos, ensombrecen los resultados numéricos de las variables del empleo y del paro.

Para UGT, la consolidación de la creación de empleo de calidad está lejos de ser una realidad. 5,43 millones de parados, que elevan la tasa de desempleo hasta rozar el 24% de la población activa y un modesto ritmo de creación anual de empleo del 1,5%, en su mayor parte temporal (sube la tasa al 24,6%), son elementos que prueban la fragilidad del modelo.

Las optimistas cifras del tercer trimestre no pueden hacer olvidar que el final de la temporada de verano afecta directamente al empleo (tal y como constata el aumento del paro en las cifras del registro del Servicio Público de Empleo Estatal del mes de septiembre). Además, hay que considerar que las nubes que se vislumbran en el horizonte europeo (fundamentalmente en Francia y Alemania) pueden ensombrecer la recuperación de la actividad y del empleo en España.

El análisis nos lleva a concluir que las políticas de empleo del Gobierno no han logrado establecer los mecanismos para generar empleo de calidad. En cambio, sí están consiguiendo que empeoren las condiciones de trabajo del conjunto de los empleados, disminuyendo la estabilidad en el empleo y reduciendo la calidad del mismo.

Para UGT, el gran reto de las políticas laborales y de empleo es que deben abarcar todas las situaciones que se están produciendo actualmente en el mercado de trabajo. Son necesarios recursos para, mediante formación y empleo, impulsar el acceso a la contratación. No se trata sólo de bonificar o subvencionar contratos (hay que recordar que pueden estar recibiendo subvenciones empresas que de igual forma contratarían sin ayuda, es decir, con el efecto del peso muerto) sino mejorar la empleabilidad de las personas.

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